Mindfulness: Vivir momento a momento
Meditación y Autocompasión son como dos alas de una mariposa:
En la práctica, el qué hacemos es tan importante a cómo lo hacemos, esta cualidad es parte esencial del camino.
Juntas nos ayudan a relacionarnos de manera más sana con nuestros pensamientos, emociones y experiencias, sobre todo e incluso en momentos difíciles.
Cuando conocí la meditación, encontré un respiro en medio del intento constante de querer cambiarlo todo. Aprendí que vivir en el presente no significa conformarse, sino habitar la vida tal como es, momento a momento.
Aprendí que vivir en el presente no significa conformarse, sino habitar la vida tal como es, momento a momento.
Es traducida como “atención plena” o “consciencia plena”. Significa entrenar la mente para: estar presente, sin juicios ni distracciones. Soltar la rumiación, historias y preocupaciones. Cultivar mayor presencia, calma y claridad.
Se desarrolla a través de la meditación regular - puede ser de 5 a 15 minutos al día- y la consciencia plena en la vida diaria - en las actividades cotidianas.
Dos prácticas provenientes del budismo
Samatha
Calma mental
Focaliza la consciencia en un solo objeto —como la respiración o los sonidos— para entrenar la concentración y calmar la mente. Esto ayuda a reducir la rumiación, regular el sistema nervioso y encontrar un estado de serenidad sostenida.
Vipassanā
Visión profunda
Observa pensamientos, emociones y sensaciones tal como surgen, sin rechazarlos ni aferrarse. Desde la psicología, esta práctica fortalece la flexibilidad psicológica y reduce la fusión con pensamientos ansiosos. Es como despertar de las “ensoñaciones” de la mente para habitar el presente con más libertad.
La autocompasión implica la actitud con la que se practica y vive ante el sufrimiento, nos brinda amabilidad y seguridad interior. Es reconocer nuestro sufrimiento con suavidad, sin juicio, y con la intención de cuidarnos.
La autocompasión es el otro ala de la práctica, ofreciendo una base de amabilidad y seguridad interior.
Significa reconocer nuestro sufrimiento con apertura y suavidad, sin juicio, y con la intención de cuidarnos.
Como dice Paul Gilbert:
"La compasión es la profunda conciencia del sufrimiento propio y ajeno, unida al deseo de aliviarlo."
Y en palabras del Dalái Lama:
"Si quieres que otros sean felices, practica la compasión.
Si tú quieres ser feliz, practica la compasión."
Muchas personas temen sentir las emociones, presentan una alta reactividad a la experiencia de aquellas emociones difíciles como son la tristeza, el miedo, el enojo, la vergüenza y la culpa. Ese miedo puede llevar a resistir las emociones, aumentando el sufrimiento.
Seis de estas habilidades: concentrarse, aquietarse, darse cuenta, redefinir, mostrar interés y conectar, representadas en un círculo en cuyo centro se halla la concentración, ya que una consciencia constante y flexible constituye el soporte de las otras cinco destrezas.
La meditación ayuda a:
Observar sin juzgar las emociones y pensamientos
Aquietar el cuerpo y la mente
Reconocer, darse cuenta que son experiencias pasajeras.
Enfocar la atención con intención e interés hacia el bienestar
Reducir el sufrimiento extra que genera resistirlas.
Conectar desarrollando resiliencia para atravesar momentos difíciles con más calma.
La combinación de Mindfulness y Autocompasión tiene efectos respaldados por la ciencia:
Regula el sistema nervioso (activando el sistema de calma y conexión).
Reduce ansiedad, estrés y autocrítica.
Mejora la regulación emocional y la resiliencia.
Favorece una conexión más auténtica con los demás y con uno mismo.